El riesgo de incendio en inmuebles y establecimientos se destaca como uno de los más frecuentes relacionados con los usos y actividades que se desarrollan cotidianamente.
Esto quiere decir que los responsables deben de garantizar el nivel de seguridad según las normativas técnicas.
En este sentido, los establecimientos, las actividades y los edificios pueden estar sujetos a controles administrativos prevención y seguridad en materia de incendios por parte de sus ayuntamientos i de la Generalitat, dependiendo del riesgo asociado a la actividad que se establezca.
Por ello es necesario un proyecto contra incendios, que no es más que el resultado de la evaluación de los espacios, materiales, equipos y actividades que se desarrollan en un inmueble o establecimiento en función de las normativas de prevención contra incendios, generando una propuesta como posible solución para la detección, comunicación, y extinción de incendios evitando su propagación y minimizando los efectos sobre personas o bienes.
Las propuestas pueden contener dos tipos de protección, pasiva (aislamientos y pinturas, elementos de detección y alarma) y/ o activa (rociadores, bocas de incendio o extintores y elementos de señalización y alumbrado de emergencia).
En cuanto a las normativas podemos decir que se establecen en función a si el inmueble es un edificio residencial o un aparcamiento, que se regirá por el Código Técnico de la Edificación (CTE) o si el establecimiento es de uso industrial, que se regirán por el Reglamento de seguridad contra incendios en establecimientos industriales (RSCIEI).